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Turistas en un bote en el Parque Nacional Iberá. Guía del Inversor

*) Leandro Gutnisky.

El sector turístico es una de las apuestas más fuertes de Macri para generar divisas y empleo

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Turistas en un bote en el Parque Nacional Iberá. Guía del Inversor

Podía leerse en el metro de Madrid: “Argentina te devuelve el 21% de IVA en alojamiento (y también las ganas de sacar fotos sin ponerle algún filtro)”. De fondo, una joven abriendo los brazos frente a las imponentes cataratas del Iguazú. El cartel era parte de la intensa campaña del Ministerio de Turismo argentino para posicionar al país como destino de vacaciones. Y no fue la única. El turismo es una de las estrellas del momento; el Gobierno lo ve como un sector subexplotado y como una oportunidad para generar divisas y empleo. Tiene una particularidad: como los atractivos están repartidos en toda la geografía, puede ser una palanca para desarrollar el interior del país y crear nuevos puestos de trabajo en las provincias. El objetivo es que la Marca Argentina se asocie con un destino exclusivo, con turismo artesanal y autóctono destinado a un público sofisticado.

Las metas del Plan Federal de Turismo son ambiciosas. La estrategia del Ministro de Turismo, Gustavo Santos, es posicionar a Argentina como el destino turístico líder de la región. Hoy ocupa el segundo lugar, detrás de Brasil. Para lograrlo, busca que en el periodo de 2015 a 2019 el número de turistas internacionales se incremente de casi seis a nueve millones: un 50% más. En 2016 y 2017 el turismo receptivo volvió a crecer, tras haberse mantenido estancado entre 2011 y 2015.

Pero no solo se trata de cantidad, la idea es promover que los turistas gasten más en el país. El objetivo es que el gasto medio por visitante, que en 2015 era de 737 dólares, aumente un 22% hasta los 900 dólares en 2019 (y recupere el nivel de 2011). Esto se traduciría en un incremento de 3.800 millones de dólares en los ingresos por turismo internacional; la meta es alcanzar en 2019 los 8.000 millones de dólares, casi el doble que en 2015.

El turismo extranjero muestra grandes perspectivas de crecimiento, pero el Gobierno también prevé expandir el mercado nacional. Actualmente, los argentinos explican 89% de los viajes y el 63% del gasto turístico. La vara para 2019 está puesta en 70 millones de turistas nacionales, un 47% más que en 2015. La meta para los ingresos por turismo interno es un crecimiento del 58% hasta los 170.000 millones de pesos.

El 95% del gasto turismo interno se realiza fuera de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, lo que subraya su efecto descentralizador. El sector, por su parte, genera el 5,5% del empleo del país: ocupa casi a 1,1 millones de trabajadores. La meta del Ministerio de Turismo es crear unos 300.000 nuevos puestos de trabajo relacionados con el turismo entre 2015 y 2019.

Un turismo gourmet

Argentina está lejos de las cifras de los grandes destinos turísticos mundiales. Como referencia, España se ubicó en 2017 como el segundo país más visitado, con más de 82 millones de turistas. Un número más de 10 veces superior que de los que viajaron a Argentina. Por su parte, el 26% de los puestos de trabajo en España están vinculados con este sector. La ubicación geográfica es un condicionante para nuestro país —por la distancia con los principales mercados—, pero la brecha entre ambas economías ilustra el tamaño de la oportunidad que representa el desarrollo turístico para Argentina.

El economista Eduardo Levy Yeyati señaló en la entrevista con Visión Desarrollista algunos de los motivos del atraso del sector en el país: “Es costoso el transporte, falta cultura turística, el tipo de cambio apreciado”. En ese atraso, sin embargo, Levy Yeyati veía una virtud: que no se había hecho un turismo de cadenas. “Si se llegara a masificar, se perdería una gran oportunidad. Cuesta, pero se está tratando queriendo hacer un tourismo gourmet. El ministerio de Turismo tiene ese concepto y está avanzando en esa dirección. Argentina tiene que ser un país premium. ¿Qué es el turismo premium? Es el turismo que a uno le gusta cuando va a la Toscana. Como el turismo rural, que es artesanal y de alta calidad, sin necesidad de ser glamoroso a lo Trump. Mucho del turismo español es así”, resumió.

Un ejemplo de este tipo de turismo es el Parque Nacional Iberá, en Corrientes. De reciente creación, no apunta a un público masivo, sino a un segmento específico de visitantes que busca una experiencia diferente. En torno al parque se han desarrollado una serie de emprendimientos de turismo artesanal con fuerte impacto en la economía local, en una región deprimida de la provincia.  

El desarrollo del turismo en el interior del país se enfrenta con los mismos desafíos que el desarrollo de otras actividades: la falta de infraestructura, lo que eleva los costos y los tiempos de transporte. En tal sentido, el Plan Belgrano es una iniciativa clave. Concentrado en las 10 provincias del norte del país, el Belgrano fortalecerá la conectividad de una región con gran potencial, lo que permitirá dar un nuevo vuelo al turismo.

Atractivo y simplificación

Las medidas que está llevando adelante el ministro Santos apuntan en dos direcciones: mejorar el atractivo del país como destino turístico y eliminar las trabas que disuaden a los visitantes extranjeros. En línea con la primera, se está trabajando para mejorar la conectividad interna, aumentar las frecuencias de los vuelos hacia los mercados emisivos estratégicos y abrir nuevas rutas aéreas. Se destaca que han comenzado a volar en el país las aerolíneas Flybondi, Norwegian y Avianca. También que se han eliminado las tarifas aéreas diferenciales para extranjeros. Otra política de incentivo es la devolución del IVA en alojamientos; la que publicitaba el cartel del metro de Madrid. Para reforzar esta estrategia, el Ministerio de Turismo trata de captar nuevos eventos internacionales.  

Por otro lado, el Gobierno apunta a simplificar los trámites para los visitantes extranjeros. Se está avanzando con medidas como la eliminación del visado para los turistas de “mercados extranjeros” que ya tengan visa para entrar a EE UU, Canadá, la Unión Europea, Brasil o Chile; la facilitación de la entrada en los pasos fronterizos; y la eliminación de la tasa de reciprocidad con Australia Canadá y EE UU.

El Plan Federal de Turismo también prevé dotar a los actores privados del sector de financiamiento para su desarrollo y una inversión pública de 11.500 millones de pesos en cuatro años.

El desarrollo del turismo puede ser un motor para el crecimiento sostenido de Argentina, pero para que se mantenga y maduren las inversiones es preciso que se alcancen consensos. Definir una política de Estado sobre el turismo permitirà que la línea trazada trascienda a los gobiernos y que exista, de una vez, un compromiso federal para unir a los argentinos .


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