Ciclo ’60 años, el mismo sueño’

Este es un año simbólico para el desarrollismo. El 23 de febrero se cumplen 60 años del triunfo que llevó a Arturo Frondizi a la presidencia de la República. El primer año del gobierno desarrollista fue vibrante: asumió en mayo, sancionó la amnistía política en junio, lanzó la batalla del petróleo en julio, promulgó la ley de asociaciones profesionales en agosto, el mismo mes propuso la autorización de la enseñanza superior privada, puso en marcha el plan de estabilización en diciembre. Fue el año que marcó la impronta transformadora —y el ritmo intenso— de todo el mandato. Por eso 2018 es un año de homenajes. Pero también es un desafío: el de no quedar en atrapados en la melancolía de lo que fue el desarrollismo y lo que podría haber sido el país. Es un año para reflexionar, analizar los problemas del país y proponer soluciones.

El país ha cambiado entre 1958 y 2018; los desafíos son otros. Aunque también hay problemas que se mantienen. O peor: que parecían resueltos y han vuelto a aparecer, como el déficit energético. El país ha retrocedido en las últimas décadas.  Martín Caparrós, que no es desarrollista pero sí un crítico agudo de la realidad, lo resume así en un artículo publicado en The New York Times: “Hace 50 años el producto bruto per cápita argentino era la mitad del de Estados Unidos; ahora es menos de un cuarto. Hace 50 años un 10% de inflación era un peligro; ahora sería un logro extraordinario. Que nunca conseguimos. Hace 50 años la Argentina tenía 40.000 kilómetros de vías férreas que armaban un país; ahora no tiene 4.000 y la mayoría no funciona. Hace 50 años la Argentina se autoabastecía en petróleo, gas y electricidad; ahora se endeuda para importarlos. Hace 50 años la Argentina fabricaba aviones y coches de diseño propio; ahora desequilibra su balanza de pagos para comprar autopartes y juntarlas”. Y añade: “En 1970 uno de cada treinta argentinos estaba bajo la línea de pobreza y ahora es uno de cada tres: diez veces más”.

El artículo de Caparrós se titula La culpa es de nuestra generación. Nosotros no buscamos culpables, pero somos concientes de que nuestra generación —los que hoy tenemos entre 20 y 40 años— tiene la oportunidad de cambiar esa historia de decadencia. Para eso es tan importante comprender cómo llegamos hasta acá, como cuales son los desafíos actuales del país y hacia dónde va el mundo. En esa lectura de la realidad, encontramos en la experiencia desarrollista un faro. Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio pensaron un país diferente. Tal vez haya sido el último gran intento por construir una Argentina desarrollada, inclusiva y moderna.

Visión Desarrollista acompañará y organizará a lo largo de todo el año eventos en memoria de los logros de aquella gestión y de sus protagonistas. El homenaje no se limitará al Gobierno nacional del ’58, sino que será extensivo al equipo de gobernadores desarrollistas que hicieron obras transformadoras en cada una de las provincias en el marco del proyecto nacional impulsado por Frondizi.

Nuestro objetivo es que cada encuentro sea una oportunidad para repensar los desafíos del desarrollo del país. Un momento de conmemoración, pero con la mirada puesta en el futuro. Porque el mejor homenaje es honrar la memoria de Frondizi y Frigerio continuando —o recuperando— la obra que emprendieron y quedó inconclusa.


AGENDA

Homenaje