Se intenta provocar un debate sobre la gestión del desarrollo económico del país que pueda ser útil para otros entramados productivos. Se busca responder a las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué la bioeconomía argentina es la actividad más competitiva del país, al extremo que –pese a sufrir una carga tributaria sustancialmente mayor que la del resto de las actividades- compite de igual a igual con países que subsidian sus cadenas productivas bioeconómicas?
  • ¿Qué instituciones (normas y organizaciones), públicas y privadas intervienen en la creación y el sostenimiento de esa competitividad?
  • ¿Cómo son las normas –formales e informales- que dieron origen a las organizaciones del sector, y que ordenan su funcionamiento?
    ¿Cuál es la misión y cómo es el funcionamiento de esas organizaciones?
    ¿Cómo son sus mecanismos de coordinación?
    ¿Cuáles sus principales actividades y programas?¿Qué de esa experiencia puede ser replicable a otras actividades productivas del país
  • Algunas respuestas a la última pregunta, antes de la síntesis del webinar:

Principios que comparten las cuatro organizaciones que participaron y que pueden ser útiles a otros sectores productivos.
a. Construir organizaciones regionales y/o sectoriales para la mejora continua de grupos de empresas, particularmente de pymes.
b. Cooperar, salir de la empresa y compartir experiencias con otros empresarios.
c. La generosidad es negocio. Compartir el conocimiento nos hace más ricos y mejores a todos.
d. La ciencia y la tecnología como motor de cambio, de la sustentabilidad ambiental y de más y mejores resultados.
e. Una institucionalidad pública y privada centrada en el conocimiento y su difusión. La vinculación empresarial con los centros de conocimiento.
f. La democracia y la participación en las organizaciones, con una normativa acorde que asegure la rotación de los dirigentes y, por ese camino, su formación.
g. Construir canales de vinculación con los sistemas científico y educativo.
h. Desarrollar ecosistemas de innovación con promoción de strart ups de jóvenes innovadores.
i. Desarrollar –en los grupos de empresas organizadas- estándares y métricas, tanto de productos como de procesos.
j. Fortalecer el INTI, en su presupuesto y en su perfil institucional, tomando las enseñanzas institucionales del INTA.

Síntesis del webinar
  • Participaron como expositores representantes de dos organizaciones públicas: INTA y SENASA, y dos organizaciones privadas: CREA Y AAPRESID. Se trata de una muestra de cuatro entidades con un alto grado de reconocimiento. Un análisis más completo hubiese
    requerido la participación de un mayor número de organizaciones, ya que la bioeconomía argentina tiene un entramado institucional denso y complejo.
  • El INTA fue creado en 1956 a partir de un Decreto Ley Nacional para “impulsar, vigorizar y coordinar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuaria y acelerar, con los beneficios de estas funciones fundamentales, la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural”. Esa misión definida inicialmente fue modificada según el espíritu de los tiempos.
  • En un gráfico de Karina Casellas, representante del INTA, se muestran distintas hipótesis del impacto del INTA en la mejora de la productividad agropecuaria respecto de la inversión pública en su sostenimiento. Aun suponiendo que esa acción aporta un 10% en el crecimiento de la productividad, el INTA sería una excelente inversión. Se podría agregar que, si se tienen en cuenta las retenciones a la exportación del sector, el balance fiscal sería absurdamente positivo. El organismo tiene un presupuesto de unos 200/250 millones de dólares y los derechos de exportación aportaron al fisco en el 2021 fueron de unos 9.000 millones de dólares1. Y los 55.000 millones de dólares de exportación agroindustrial permitieron sostener importaciones de insumos de otras cadenas productivas que generaron impactos fiscales sustancialmente mayores.
  • Desde el punto de vista organizativo el INTA tiene tres áreas de acción: la investigación, la experimentación y la extensión. Dos entidades de derecho privado, una fundación y una sociedad anónima completan el marco de la organización. Con 22 centros de investigación, 52 estaciones experimentales y 350 agencias de extensión tiene una gran capilaridad en todo el territorio nacional.
  • Tres características del marco normativo interno permitieron atenuar la injerencia de los cambios políticos que, en general, afectan a las estructuras del estado: 1) la participación de entidades del sector privado en su directorio, cosa que se replica en todas las unidades de la red del organismo y, 2) la limitación en la duración de los cargos directivos que no son permanentes y se concursan.
  • SENASA es un organismo público cuya misión es: Planificar, normar, ejecutar, fiscalizar y certificar tanto los procesos como las acciones en el marco de los programas zoofitosanitarios y de calidad e inocuidad de los alimentos y derivados, así como de los insumos utilizados en las cadenas agroproductivas, con el fin de responder a las demandas y exigencias nacionales e internacionales, e incluso a los temas y escenarios emergentes.
  • Buena parte de las funciones de SENASA fueron atendidos por diversos organismos desde fines del siglo XIX. En su conformación actual, el organismo se creó en 1996.
  • Mariano Lattari que representó al organismo explicó que SENASA está descentralizado en 14 centros regionales.
  • La labor y las capacidades técnicas de SENASA en la certificación de la calidad de procesos y productos, según los estándares nacionales e internacionales constituye el aporte de esa organización a la cadena de la bioeconomía. Esa labor es central para el sector, sin SENASA las exportaciones y la confianza del mercado interno sería imposible. El IRAM y otros organismos certificadores privados cumplen una función similar para otras actividades productivas, pero, posiblemente, no tengan la capilaridad en el territorio nacional y el reconocimiento especifico del SENASA. Es un tema crítico para aprender de la bioeconomía porque a nivel internacional hay permanente evolución y cambio en los estándares de productos y procesos que afectan a el acceso a los mercados.
  • Los CREA son grupos de, entre ocho y doce, productores agropecuarios que funcionan como grupos de mejora continua, cooperación, difusión de tecnologías duras y de gestión. Jorge Sáenz Rozas comentó, al inicio de su exposición, que el primer grupo CREA se constituyó en 1957. La metodología se fue viralizando, hasta llegar en el presente a abarcar, casi todas las regiones del país.
  • En cada grupo hay un productor que lo preside y un asesor técnico rentado por los miembros del grupo. El asesor técnico recorre los establecimientos del grupo y es una figura relevante para la evolución tecnológica y la cohesión de cada grupo. Cada mes el grupo se reúne en el establecimiento de uno de los asociados quien pone a consideración y debate su gestión y que permiten al resto aportar puntos de vista y aprender de sus fortalezas, es un sistema continuo de ganar-ganar. La presidencia de los grupos es rotativa. Esa conformación convierte a CREA en una interesante escuela dirigencial.
  • Los grupos están asociados en AACREA, la Asociación Argentina de Grupos Crea. AACREA tiene una institucionalidad formal que establece la representación de los grupos y las regiones, más una comisión ejecutiva. Tanto las presidentes de los grupos como los miembros de cúpula duran dos años, sin posibilidad de reelección: otro elemento de la formación dirigencial del sistema y de la naturaleza democrática y participativa de la organización.
  • AACREA está en un proceso de cambio institucional centrado en la promoción del liderazgo, de una mayor horizontalidad en la difusión de nuevas ideas con conexiones entre los CREA y con la incorporación de mayor diversidad (usando las tecnologías de la comunicación generalizadas durante la pandemia), en la naturaleza de los grupos en su integración. Por ejemplo, que en los grupos haya empresarios de actividades productivas diversas. También el desarrollo de grupos CREA de otras especialidades vinculadas, como grupos de contratistas.
  • Un tema relevante de estos cambios es la formación de grupos CREA de escuelas rurales. Lo que habla de una estrategia de largo plazo y de compromiso con la comunidad en la mejora de la calidad educativa de los futuros empresarios de la bioeconomía.
  • La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) nació en 1989 con la misión de “impulsar sistemas de producción sustentables de alimentos, fibras y energía, a través de la innovación, la ciencia y la gestión del conocimiento en red”. En su primera labor –la promoción de la siembra directa- tuvo un éxito extraordinario. La Argentina es el líder mundial en el porcentaje de la producción que usa ese paradigma (en el orden del 90% de las áreas de producción extensiva de los principales cultivos). Y ocupa el primer lugar en el cuidado de la erosión del suelo, con Paraguay, Brasil y Uruguay que están en los puestos siguiente, en buena medida por su réplica al modelo argentino.
  • Su organización y sus bases institucionales son similares a las de AACREA y sus grupos. Incluso el límite de dos años en los cargos de conducción sin reelección posterior.
  • Pedro Vigneau mostró cómo AAPRESID tiene un sesgo marcado hacia el conocimiento, la ciencia y la tecnología, con una preocupación por la sustentabilidad ambiental. Por eso son socios de la organización personas que no son empresarios de la biotecnología, pero tienen interés en aportar conocimiento a las cadenas productivas.
  • Además de los grupos de mejora, AAPRESID acelera la difusión de la tecnología con un canal de streaming, jornadas a campo y un evento anual de alta masividad: el Congreso de AAPRESID que concentra en varios días a más de 10.000 personas, entre
    productores, expertos y científicos nacionales e internacionales. Personas de más de cincuenta países acuden para compartir sus conocimientos y aprender de experiencias ajenas. El Congreso atrae a jóvenes productores y expertos en bioeconomía, el promedio de edad, al igual que en CREA es muy por debajo de actividades similares en el resto de países productores del hemisferio norte.
  • La preocupación por la formación de las futuras generaciones está presente a través de “Aula AAPRESID”, un programa de difusión de las experiencias en escuelas rurales.
  • AAPRESID está abierta al mundo, tanto para captar conocimiento como para compartir las mejores prácticas con productores de otros países.
  • A través de programa chacras, AAPRESID hace investigación y experimentación biotecnológica junto con el INTA y universidades. Participan científicos que investigan y experimentan a partir de su vinculación con los productores.

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