Extracto de “Política exterior argentina 1958-62. Agenda, cuestiones territoriales y el viaje a la Antártida” –2010
El 1° de diciembre de 1959 habíamos suscripto en Washington el tratado Antártico juntamente con otros 11 países con pretensiones territoriales sobre partes de la Antártida que eran Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos15 (el casquete polar antártico argentino es reclamadoparcialmente por Chile que ha reconocido nuestra soberanía en la porción ajena a sureclamo, y totalmente por Gran Bretaña)
Después de ese tratado, el 8.3.61, Frondizi fue el primer presidente que viajó a la Antártida; con motivo de ese viaje Chile y Gran Bretaña protestaron (16); asimismo algunos colaboradores del propio Frondizi criticaron tal viaje porque les dio argumentos a los opositores a la Declaración Frondizi-Alessandri (22.3.60) y a los protocolos del 12.6.60;estas críticas se repitieron cuando poco después Frondizi recibió al Ministro cubano Ernesto“Che” Guevara el 18.8.61.
Sin embargo, las críticas respecto del viaje a la Antártida no contemplan que el presidente podía estar explorando el estado de situación en la Marina en vísperas de cosas que se manifestarían menos de 48 días después (por ejemplo, el 7 de abril se firmaría lo que se convirtió en Tratado del río Uruguay, el 22 de abril el presidente en Uruguayana decidiría la concertación de una acción coordinada y conjunta con Brasil; el 26 de abril le requeriría la renuncia ministerial a Alsogaray17 reemplazándolo por el Dr. Roberto T. Alemann, y la Cancillería había vehiculizado el ofrecimiento de buenos oficios a Cuba y a los Estados Unidos18) de manera que no es razonable vincular su viaje a desdeñar pasiones nacionalistas estando sólo interesado por reafirmar derechos soberanos sobre la Antártida y ratificar los ideales a favor de la cooperación internacional y de la paz mundial, al margen del tratado antártico que se cuidó en mencionar el cual, por otra parte, también habían suscripto Chile y Gran Bretaña.
Viajaron en la ocasión, entre otros, el Provicario Castrense Monseñor VictorioBonamín y el Secretario de Marina Calte. Clement y en el destacamento naval Frondizi leyó un discurso presidencial que fue transmitido por radio al continente.
En ese mensaje el presidente Frondizi aludió específicamente al tratado Antártico cuyo artículo V, que contó con la tenacidad favorable de la diplomacia argentina a pesar de las objeciones que soportó, y por primera vez en la historia prohibió las explosiones nucleares y la eliminación desechos radiactivos en la Antártida:
“Esta afirmación de soberanía es fundamentalmente, el sentido de mi presencia enesta región que incorpora al patrimonio espiritual y material de los argentinos ladecidida acción de la Armada Nacional.”
“Si duda ello también ha influido en un hecho tan excepcional y promisorio comola firma del Tratado Antártico, suscripto el día 1° de diciembre de 1959 por docenaciones, entre ellas la República Argentina.”
“Ese documento, que tiene una profunda significación histórica y moral, es laprimera tentativa lograda de integrar los intereses de un grupo de naciones y ponerlos al servicio de la paz y del bien de humanidad. Con el Tratado Antártico hallan expresión concreta los nuevos conceptos de cooperación internacional que se están abriendo camino en el mundo. Constituye este Tratado el primer intentollevado a feliz término de prohibición de las explosiones nucleares. Proscriptos de la Antártida las detonaciones atómicas, la Argentina alienta el ferviente anhelosolidario de que una prohibición semejante se extienda al mundo entero.” 19
Frondizi hizo aquel viaje en el buque ARA Bahía Aguirre que, por ese motivo se convirtió ocasionalmente en buque presidencial, cuya insignia portó en su palo mayor;
Ya de retorno el capitán del ARA Bahía Aguirre le entregó al Presidente un cuadro completado con algo redactado en el viaje diciendo “Por cuanto el ciudadano don Arturo Frondizi que detenta el cargo de Presidente de la Nación Argentina, haya llegado con felicidad a bordo de este transporte de la Armada, por aguas de Antártida Argentina, evidenciando buenas condiciones marineras pese a las desfavorables condiciones del tiempo imperante, este comando lo reconoce como apto para tripular buques de nuestra Marina de Guerra.”
Cuando, a 8 millas de la Wollanston, fue avistado el crucero La Argentina, su tripulación formó en cubierta, le rindió su homenaje y, conforme al protocolo naval, navegó en círculo; su comandante, Capitán de Navío Gnavi, se comunicó por radio con el Presidente; a estos honores se sumaron luego los hidroaviones Martin Mariner de laArmada.
Desde luego, el viaje de Frondizi a la Antártida, precedido por actos en Tierra delFuego, no contrariaba el tratado Antártico ni agregaba derechos a la posición argentina (20), pero sí los reafirmaba y por eso no debe olvidarse sin perjuicio que a Frondizi el viaje también le hubiese servido para tomar un contacto especial con la Marina en vísperas del tratado sobre el río Uruguay, la entrevista de Uruguayana, el pedido de renuncia a Alsogaray y el ofrecimiento de buenos oficios a Cuba y Estados Unidos aunque también hubiese alentado nacionalismos retrógrados de sectores chilenos «anti argentinos» o internamente otras pasiones políticas menudas y despreciables de sectores civiles o militares.
En la memoria que Frondizi presentó al Congreso como anexo a su mensaje presidencial del 1.5.61 se lee:
“Tierra del Fuego ha iniciado un nuevo ciclo de su historia política y económica,con el fin de convertirse en gallarda avanzada de nuestro país sobre el Continente blanco. (…) El viaje del titular del P.E. a la Antártida, el día 8 de marzo del corriente año, ha constituido una reafirmación de la soberanía argentina sobre aquel inmenso territorio helado y un estímulo extraordinario para aquéllos que cumplen duras tareas en esa zona.“
(SECRETARIA DE PRENSA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN, Mensaje del presidente de la República al Honorable Congreso de la Nación. Síntesis de la labor realizada. 1° de mayo de 1961, Buenos Aires 9 de mayo de 1961, 39)21
Notas
16 El mismo Frondizi las comentó así:
“Cuando visité el Destacamento Argentino en Decepción, recibimos poco después dos protestas en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Una, la de Chile, y la otra, británica. La nota chilena está redactada en términos correctos, pero severos, afirmando el principio de soberanía de Chile sobre la zona. La protesta británica, en cambio, estaba redactada con el tradicional buen humor de losingleses: manifestaba, no recuerdo de memoria los términos pero era algo así: que lamentaban que el gobierno argentino no hubiera informado que el presidente Frondizi iba a visitar territorios de Su Majestad Británica, para rendirle los honores correspondientes. No protestaban: lamentaban no haber estado enterados y por esta vía de fina cortesía ratificaban, naturalmente, la supuesta soberanía británica en esa zona…” (FRONDIZI, Arturo en LUNA, Félix, Diálogos con Frondizi,
Editorial Desarrollo, Buenos Aires 1963, 117-8)
17 En junio de 1959 había hecho bajo presión la designación del ing. Alsogaray, narrada así por el Dr. Roberto Noble en carta a éste:
“… no contaba aún con la decisión del entonces presidente de la República, doctor Frondizi; entendía usted que mi amistad con él podía en aquellos momentos aportar la palabra conveniente que lo decidiera. No pretendo que mi palabra haya sido decisiva, pero si que después de mi conversación con el Presidente usted fue llamado para confiarle la cartera de Economía yparalelamente la de Trabajo.” (NOBLE, Roberto, carta al Ing. Álvaro Alsogaray, en Clarín 21 de octubre de 1966)
18 Cf. SECRETARIA DE PRENSA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN, Mensaje del presidente de la República al Honorable Congreso de la Nación. Síntesis de la labor realizada. 1° de mayo de 1961, Buenos Aires 9 de mayo de 1961, 48.
19 En el libro del Dr. Juan José Cresto (“Presidente Frondizi. La política internacional a través de sus viajes al exterior”, Edivern, Buenos Aires 2001, 106) hay una importante referencia del ex canciller Dr. Carlos Florit a ese tratado y al representante de la diplomacia argentina, embajador Adolfo Scilingo.
20 El art. IV, 2 del tratado antártico del 1.12.59 expresamente decía”Ningún acto o actividad que se lleve a cabo mientras este tratado se halle en vigencia constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de soberanía territorial en la Antártida, ni para crear derechos de soberanía en esta región.”
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